Dirección:
Avenida Cristobal de Murrieta, 27
Construido en 1902 sobre una atalaya, el Palacio de Oriol, reconvertido en uno de los hoteles más elegantes del lugar, mantiene intacto su estilo residencial y su origen burgués.
Los años finales del siglo XIX se caracterizaron por su esplendor y la llegada de visitantes de clases pudientes con el fiel propósito de tomar las aguas del Cantábrico, cuya fama era conocida a nivel internacional.
Cada uno de sus espacios, se presenta como una ventana abierta a la Bahía del Abra, a vislumbrar los hermosos acantilados que la rodean y al Pesquero Agurtza, testigo de la vida en alta mar de los pescadores.
Conservando su esencia, el Palacio de Oriol se convierte en un alojamiento singular, donde la exquisitez y la delicadeza son capaces de cautivar los sentidos.